Addyi, el fármaco que mejora el deseo sexual femenino... Que falta de respeto!!
La Administradora de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), aprobó este mes la primera píldora destinada a tratar la disminución de líbido en las mujeres, específicamente diseñada para tratar el transtorno de deseo sexual hipoactivo.
La promesa del nuevo fármaco se centra en aumentar el deseo sexual, algo que no hace ningún medicamento hasta ahora, ni en hombres ni en mujeres.
Sin embargo, no hay claridad de cómo lograría dicho efecto. La explicación "química" detrás de esta promesa resulta ambigua. El compuesto activo del fármaco se llama flibanserina y actúa sobre las sustancias químicas del cerebro asociadas con el estado de ánimo y el apetito.
Que tiene que ver esto con el deseo sexual femenino? Esa es la gran interrogante de muchos investigadores y terapeutas que nos hemos mostrado contrarios a la comercialización de éste y otros medicamentos que han intentado con anterioridad buscar la aprobación de la FDA.
El deseo sexual, tanto el de hombres como el femenino , es una disposición, es una actitud, es más bien un aspecto cognitivo de la respuesta sexual y a diferencia de la excitación no parece depender directamente de regulaciones químicas. Se vincula con la historia personal, con la experiencia de aprendizajes obtenidas durante el desarrollo psicosexual, depende de la dinámica relacional de la pareja, en fin...
Por ello tampoco debe considerarse a Viagra como un medicamento que aumenta el deseo masculino. Ya hay muchos hombres que han comprobado por experiencia propia que cuando no hay deseo El Viagra no tiene efecto. Sildenafil actúa sobre la excitación, sobre la irrigación sanguínea de pene, pero no tiene injerencia en hombres con transtorno de deseo sexual hipoactivo ( diagnóstico también existente entre los hombres por cierto).
El deseo sexual esta multideterminado, tanto para las mujeres como para los hombres.
Es más, los problemas de deseo para ser tratados con alguna probabilidad de éxito terapéutico, requieren de una exaustivo proceso diagnóstico, justamente porque los factores que lo determinan pueden ser en extremo variados y estar entrelazados entre ellos.
Agreguemos también que la famosa píldora estaría indicada de forma específica y no serviría a cualquier mujer que reporte baja en su deseo sexual.
Está pensada para las mujeres que reportan estrés emocional debido a la falta de líbido y que aún no hayan llegado a la menopausia.
Lo cierto es que, probablemente, el medicamento lo que haga es disminuir el " estrés emocional" dado su efecto sobre la dopamina. Pero eso sería todo, lo cual no basta para aumentar la disposición a los encuentros sexuales.
De hecho las mujeres que participaron en los estudios clínicos, es decir, en las pruebas llevadas a cabo por el propio laboratorio farmacéutico, y que tomaron flibanserina reportaron un "ligero incremento de eventos sexualmente satisfactorios" cada mes.
Y también reconocieron haber sentido un descenso de estrés.
El incremento se tradujo en 1 actividad sexual por mes.!!
En realidad, bien escaso y simplista el impacto si lo que se promete es mejorar la vida sexual.
Y un último argumento que deseo poner sobre la mesa, respecto de la opción de tomar este medicamento. Este no es una droga que ingieras una hora antes de tener sexo. Tienes que tomarla durante semanas y hasta meses antes de ver siquiera algún beneficio. Y los efectos a largo plazo no están del todo claros.
Los detractores subrayan que se aprobó una medicamento con "demasiados efectos secundarios potencialmente peligrosos" para tratar una condición médica con muchos interrogantes.
El medicamento puede provocar mareos, fatiga y náuseas.
Además, no debe ser mezclado con alcohol y otros medicamentos , ya que la interacción de ambas sustancias puede provocar una baja de la presión sanguínea y la pérdida del conocimiento.
Entre los fármacos con los que no debe combinarse incluye los antimicóticos, fármacos de uso muy común para tratar infecciones por hongos en las mujeres.
Debido a estos posibles efectos secundarios, no se podrá adquirir libremente en las farmacias. Asimismo, el médico que la prescriba tendrá que haber recibido un entrenamiento específico.
Como ya mencioné, éste no es el primer intento de La industria farmacéutica por encontrar un medicamento que atienda las dificultades sexuales de las mujeres.
Pfizer, Bayer y Procter & Gamble, entre otras empresas, intentaron diseñar una píldora de estas características y se dieron por vencidas.
Y es que se comprobó que los fármacos que inciden en el flujo sanguíneo, las hormonas y demás funciones biológicas no son eficacez a la hora de tratar el deseo sexual.
Addyi será una opción considerada por algunos como toda una revolución en el ámbito de la salud sexual femenina, para otros será un medicamento con demasiados riesgos para una afección llena de interrogantes.
Para mi, como terapeuta sexual y mujer, me parece una falta de respeto. El medicamento no será capaz de satisfacer las demandas femeninas en este sentido, por cuanto fija su criterio de exito e una cifra ( aumento de 1 encuentro sexual más a la frecuencia promedio mensual personal) y no en aquello que realmente importa para mejorar el deseo: la satisfacción en el encuentro sexual.